miércoles, 25 de mayo de 2011

Valdano 0 - Mourinho 1

Encontrar para todo fracaso un chivo expiatorio: el secreto para ganar dinero con el fútbol, sin jugar al fútbol

Jorge Alberto Francisco Valdano Castellanos

            
Mou gana, again. El portugués ha ganado, gana y ganará mucho de todo en todos los sitios a los que vaya. Además de un dineral por temporada, gana ante la prensa (que no sabe si le aborrece o le adora, debido a los desplantes y a los titulares que les da); también ante los técnicos rivales, a los que saca de quicio; se gana a la afición  del equipo que sea que entrene sin que la afición se lo gane a él (esto es el colmo de la sabiduría). Incluso a veces también lo consigue dentro de los terrenos de juego. Su última victoria, sin embargo, ya es algo histórico, ha conseguido derrotar a su propio equipo. Ahí queda eso.
José Mourinho llegó a un Real Madrid necesitado de urgencia de títulos e ilusiones, decidido a devolverle la gloria que le correspondía por derecho y que había perdido, a manos del eterno rival, el Barcelona. Y hay que reconocer que no ha hecho un mal trabajo el portugués en su primera temporada al frente de la marcha del equipo: ha ganado un torneo precioso como es la Copa del Rey, que el Madrid no conseguía desde hacía dieciocho años, y en Liga y Champions solo el mejor equipo de fútbol del mundo y uno de los mejores de la historia se ha cruzado en su camino privándole de la posibilidad de sendos títulos.
Y a pesar de todo, decía que ha derrotado a su propio equipo. La destitución de Valdano, o si prefieren la versión oficial, la supresión de la función de director general del Real Madrid C.F., supone la claudicación de Florentino Pérez ante las exigencias de Mourinho. Valdano no es precisamente una leyenda viva del madridismo (esto le queda no lejos, sino imposible; a sus pies, don Alfredo), sin embargo, el poeta ya lleva por estos lares desde hace más de veinte años, mientras que Mourinho es tan sólo un recién llegado. Con muy malas pulgas, eso sí. Y listo, desde luego.
Poderío ofensivo, señorío y coraje, han sido las señas de identidad del nombrado mejor club del siglo XX por la FIFA. Pues estos tres valores de los que hacía gala el Madrid, presumía con motivo y orgullo, se han visto reducidos a un tercio. Ya hubo quien lo intentó en el pasado, pero nunca se le permitió seguir más allá (Capello, dos temporadas, otras tantas Ligas conseguidas, adiós y gracias). Esta vez sí. El portugués quiere ganarlo todo, siempre, sin excepción. Y lo ha vuelto a hacer. Valdano 0 – Mourinho 1, y fin del partido.

1 comentario:

  1. ¡Me encanta esta entrada! La verdad es que yo soy una fan incondicional de Mou. No sólo creo que es un gran entrenador, es que me parto con el espectáculo que monta fuera del terreno de juego. Además, un tío que consiguió que el gentleman de Guardiola perdiera sus formas impecables merece todos mis respetos.

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