Lágrimas blanquiazules

Tres destacados de esta última jornada liguera para la posteridad: el descenso a segunda división del Deportivo después de 20 años, la confirmación del ascenso a primera clase del Rayo Vallecano, y la pasmosa cifra de 40 goles en una temporada alcanzada por Cristiano Ronaldo.

En Riazor las cosas podrían haber ido de otra manera contra un equipo, el Valencia, que no se jugaba nada, pero en el minuto 4, el vasco Aduriz decidió poner punto y final a dieciséis jornadas sin marcar (maldita la hora, pensarán muchos) y en un gol algo tonto cedido por varios errores en la defensa blanquiazul. A partir de entonces, miles de corazones encogidos en las gradas y un silencio atronador en todo el estadio.

Los intentos del Deportivo por remontar, al menos hasta un salvador empate, fueron muchos, pero el desaliento, el tic-tac del reloj, las prisas, y la falta de acierto hicieron que nada diera resultado. Lo que no caía en manos del guardameta César, se estrellaba contra el palo, se paseaba por los aledaños de la portería o salía despedido por lo alto hacia los espectadores.

El gol de Soldado en el minuto 96, acompañando al pitido final sellaba la sorpresa y el disgusto para un equipo que llevaba 20 años sin bajar a segunda. El  silencio convertido en llanto.

Todo lo contrario que la fiesta en el madrileño barrio de Vallecas. El Rayo, consiguió zanjar el ascenso enfrentándose contra el Xérez con goles de Trejo, Armenteros y Susaeta. Un gran partido de los franjirrojos seguido de la merecida celebración tras una temporada difícil como pocas para los vallecanos. Subidos al autobús descubierto desde el que compartieron la victoria con los aficionados, seguro que ninguno se acordó de los problemas económicos del club. Un enorme olé por ellos.

Y por último, los históricos 40 goles de Cristiano Ronaldo. El encuentro contra el Almería era la oportunidad para Cristiano de escribir su nombre en la historia del fútbol español, y no la desaprovechó. Dos tantos salieron de sus botas para colaborar en el resultado final 8-1.

Se acabaron las dudas sobre el pichichi, y por mucho tiempo, el mismo que los nombres de Zarra y Hugo Sánchez han permanecido como inalcanzables. El sí, se ha ganado unas merecidas vacaciones.